El presidente sirio, Bachar al Asad, ha conseguido en Alepo (norte) su mayor victoria en más de cinco años de guerra en Siria, donde la ofensiva del ejército en esta ciudad, la mayor del norte del país, ha marcado la evolución de la contienda en 2016.
Al triunfo de los efectivos gubernamentales en esta urbe ha contribuido el apoyo de la aviación de Rusia, que ha sido decisiva a la hora de asestar el golpe definitivo a los rebeldes en Alepo, que dominaban casi toda su mitad oriental desde 2012.
La ofensiva militar en Alepo ha marcado el desarrollo de las negociaciones indirectas en Ginebra entre una delegación del Gobierno sirio y otras de la oposición, auspiciadas por la ONU.
De hecho, nada más despegar a principios de febrero después de dos años de suspensión, las conversaciones fueron pospuestas por la retirada de los negociadores de la oposición en protesta por una operación de las fuerzas armadas en áreas al norte de Alepo.
La violencia desencadenada en la zona hizo que ese mismo mes Rusia, valedor de Al Asad, y EEUU, que apoya a los opositores, acordaran un alto el fuego en todo el territorio sirio.
Al igual que en treguas anteriores, la medida redujo las hostilidades durante las primeras semanas, aunque volvieron a reanudarse al poco tiempo, sobre todo, en Alepo.
Pese al fracaso de la anterior ronda de conversaciones, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, volvió a convocar a las partes en Ginebra en abril para una nueva ronda de diálogo indirecto.
Sin embargo, se malograron después de que la delegación opositora se volviera a marchar en protesta por las violaciones de los efectivos gubernamentales a la tregua.
Poco después de la suspensión del proceso negociador, que no se ha vuelto a reanudar, el ejército sirio, apoyado por Rusia, intensificó aún más su ofensiva en Alepo, donde los bombardeos de la fuerza aérea nacional y de la rusa jugaron un papel principal.
Pese a que en todo momento, las autoridades sirias no han parado de castigar con ataques aéreos y de artillería los barrios controlados por los rebeldes en el este de Alepo, su estrategia fue en una primera etapa avanzar por áreas del extrarradio hasta aislar complemente los distritos en poder de sus adversarios.
La toma de la carretera de Al Castelo en julio supuso un hito para los soldados en su afán por recuperar el dominio total de la localidad, ya que esta ruta era la única línea de abastecimiento de la mitad oriental, con lo que quedaba completamente cercada.
Facciones insurgentes e islámicas trataron de abrir una nueva vía por el sur, a través de la carretera de Al Ramusa, en un intento que fue repelido por las fuerzas armadas.
Los últimos meses han sido testigos de treguas en todo el país y algunas de ellas, solo en Alepo, que no han impedido que las hostilidades continuaran.
La estocada final del ejército comenzó el 15 de noviembre y ha supuesto la aniquilación de todo foco de resistencia rebelde en la ciudad.
Durante este tiempo, la condiciones en las que han vivido los 250.000 civiles que se calcula que estaban atrapados en este de Alepo han sido trágicas, sometidos a los bombardeos diarios, que han ocasionado centenares de fallecidos.
Caso especial ha sido el de los hospitales que han sido blanco predilecto de la aviación nacional y la rusa, cuyos ataques hicieron que todos los centros sanitarios del este quedaran fuera de servicio el mes pasado.
El progreso de los efectivos gubernamentales ha sido implacable y esto ha llevado a los grupos rebeldes e islamistas de Alepo a aceptar un acuerdo de evacuación de combatientes, civiles y heridos, que en la práctica supone una rendición.
Pese a la claudicación de los opositores, Al Asad ya ha avisado de que la victoria en Alepo no significa el fin de la guerra en Siria.
Todavía quedan zonas en poder rebelde en el norte, centro y sur del país, así como en la periferia de Damasco.
Alepo ha marcado este año el conflicto en Siria, pero también ha habido acontecimientos importantes en otras partes, como la declaración de un sistema federal por parte de los kurdos en el norte o la celebración de elecciones legislativas en áreas dominadas por las autoridades en las que ganó el bloque gubernamental.
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) ha retrocedido en los últimos meses en el país, aunque todavía conserva su capacidad de lanzar ofensivas, como se ha visto recientemente en Palmira; y Turquía desarrolla desde agosto una intervención militar en el norte de la provincia de Alepo contra los yihadistas y los turcos. EFE