Familias y grupos civiles pidieron hoy al alcalde de Tampa (EE.UU.), Bob Buckhorn, designar la ciudad como «santuario» ante las posibles deportaciones masivas anunciadas por el presidente electo de EE.UU., Donald Trump.
La activista del Fe en Florida, Nanci Palacios, dijo en rueda de prensa que tras la elección del republicano Trump hay muchas familias del área de la bahía de Tampa, en la costa oeste del estado, que tienen miedo y por eso decidieron pedir la protección de las autoridades.
Docenas de familias acudieron hoy a la Alcaldía y esperan que el alcalde Buckhorn, quien estaba fuera de la ciudad, se puede reunir con ellas.
Una treintena de jurisdicciones en Florida han aprobado medidas de «santuario» que impiden a sus autoridades locales colaborar con las migratorias federales en actividades que son voluntarias, entre ellas Miami-Dade.
Eso no significa, según grupo pro-inmigrantes, que categóricamente rechacen cooperar con la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
El condado de Miami-Dade, por ejemplo, se rehúsa desde 2014 a las detenciones ordenadas por ICE con el fin de ahorrarse miles de dólares anuales debido a que se reduce la estadía de estos inmigrantes en las prisiones, especialmente aquellos detenidos por delitos menores.
Así, Miami-Dade solo acata aquellos casos en los que logre un acuerdo por «escrito» con el Gobierno federal para que este último se haga cargo del coste extra.
Un portavoz del alcalde Buckhorn señaló que trasmitirá el mensaje al mandatario, quien estaba de viaje en Nueva York.
«No discriminaremos basado en quien amas, el Dios que adoras o el color de tu piel», aseguró el portavoz en nombre de Buckhorn.
Como parte de la fuerte política migratoria que ha prometido Trump, además de la construcción del muro en la frontera con México, están las deportaciones de «dos o tres» millones de indocumentados y la amenaza de reducir fondos federales a aquellas ciudades «santuarios». EFE