La empresa española Meliá International Hotels, líder mundial en «resorts» (centros vacacionales), busca una expansión «selectiva» en Estados Unidos después de haber aumentado su presencia en este país.
En 2016, año de su 60 aniversario, Meliá, que solo tenía en EE.UU. un hotel cerca de Orlando (Florida), ha abierto un hotel en Nueva York y otro en Miami, y para 2017 está prevista la apertura de un tercero en Hollywood (Florida), una de las mejores playas de la zona costera situada al norte de Miami.
Este año la compañía hotelera, que cotiza en la Bolsa de Madrid, ha abierto o va a abrir 25 nuevos hoteles en 15 países de cuatro continentes, lo que significa más de 6.000 nuevas habitaciones.
Desde el ME Miami, inaugurado hace solo unos meses en un lugar estratégico de la ciudad, el vicepresidente ejecutivo de la división de Hoteles, André Gerondeau, indica a Efe que la estrategia de expansión de Meliá en Estados Unidos va a ser «muy selectiva».
Se va a limitar a un puñado de ciudades «en las que la compañía pueda aportar valor», dice Gerondeau, quien se declara orgulloso de representar a la compañía fundada en 1956 por el mallorquín Gabriel Escarrer Juliá, quien aún hoy la preside.
El 52 % de Meliá, que es el mayor grupo hotelero de España, el tercero de Europa y el número 17 a nivel mundial, sigue en manos de la familia Escarrer, señala Gerondeau en una entrevista con Efe en la que hace hincapié en los «valores» y el «compromiso social» de la empresa que domina el negocio de los «resorts» en el mundo.
El grupo cuenta en la actualidad con 370 hoteles en más de 40 países, agrupados en las marcas Gran Meliá, Paradisus, ME, Meliá, Innside by Meliá, Tryp by Windham, Sol y Club Meliá.
California (San Francisco, Los Ángeles y San Diego), Texas (Houston o Dallas), Washington, Chicago y Boston son las áreas de interés para Meliá en Estados Unidos en la actualidad, pero además, la compañía quiere reforzar su presencia en Nueva York y Florida.
Tanto los hoteles de Nueva York y Miami, como el resort Costa Hollywood (aun no operativo), son gestionados por Meliá, que no es la propietaria, pero interviene en todo el proceso de diseño, construcción y equipamiento.
Los inversionistas son estadounidenses, señala Gerondeau.
También en Cuba, donde Meliá está presente desde hace años, gerencia los hoteles que llevan su marca, pero no es propietaria.
Gerondeau, francés nacido en Tokio y casado con una chilena, señala que Cuba sigue siendo un «tema sensible» en Estados Unidos, pero confía en que las relaciones cubano-estadounidenses se «irán normalizando con el tiempo».
Meliá ha estado siempre en «la línea de la legalidad», dice Gerondeau cuando se le pregunta por la susceptibilidad que genera entre los cubanos de Florida cualquier negocio turístico que se emprenda en la isla.
«Meliá en Cuba es gestora, no tenemos inversiones», subraya.
Una de la áreas del mundo que mejor comprende la compañía española es el Caribe y ahora está apuntando por primera vez al Caribe anglófono, con hoteles en Bahamas y Jamaica.
Meliá se precia de ser pionera en crear destinos. La isla de Balí (Indonesia) fue la elegida para su primer hotel fuera de España, en 1985, y a República Dominicana y a México llegó en la misma década, aunque la mayor expansión en América Latina fue en los años 90.
Ahora esperan «entusiasmados» la reapertura del Hotel Nacional en Río de Janeiro, una joya del arquitecto Oscar Niemeyer, que estuvo cerrada más de 20 años y a la que Meliá le ha devuelto todo su brillo.
El que será el décimo quinto hotel en Brasil de la compañía española será inaugurado el 15 de diciembre.
En 2017 está prevista la apertura de un hotel en Cartagena de Indias, en Colombia, y de otro en Santiago de Chile, entre otros.
En el otro lado del mundo está también en camino un hotel en el emirato de Dubai, obra que dejó inconclusa la célebre arquitecta de origen iraquí Zaha Hadid, fallecida en marzo de este año de un ataque al corazón en Miami.
Meliá conoce bien sus fortalezas y debilidades, estamos «muy bien posicionados» en el mundo vacacional, somos exitosos en ese área porque hemos sido capaces de «desindustrializar la experiencia y elevar la personalización», pero queremos reforzar nuestro liderazgo, dice Gerondeau.
La compañía española quiere también ser reconocida en lo que tiene que ver con el placer, dice el vicepresidente ejecutivo, quien destaca que el único «resort todo incluido» del mundo con un restaurante de un chef con siete estrellas Michelin es de Meliá.
El Hotel Paradisus de Cancún (México) es el lugar, Tempo, el restaurante, y el cocinero, Martín Berasategui. EFE