El FBI resucitó este viernes el escándalo de los correos electrónicos que ha sobrevolado las aspiraciones presidenciales de la demócrata Hillary Clinton al reabrir la investigación sobre el uso de un servidor privado por parte de la candidata a la Casa Blanca a apenas 11 días de las elecciones.
El director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, notificó su decisión a los presidentes de varios comités del Congreso, todos ellos republicanos, quienes habían reclamado un escrutinio más profundo del posible uso inapropiado de información clasificada por parte de Clinton cuando era secretaria de Estado (2009-2013).
«A colación de un caso no relacionado, el FBI ha tenido conocimiento de la existencia de mensajes de correo electrónico que parecen ser pertinentes para la investigación», indicó Comey en su notificación.
«Estoy de acuerdo en que el FBI debe tomar medidas de investigación apropiadas para permitir a los investigadores revisar estos mensajes de correo electrónico para determinar si contienen o no información clasificada, así como para valorar su importancia para nuestra investigación», agregó el director del FBI.
Comey, quien indicó haber sido informado del asunto este jueves, añadió que «el FBI aún no puede determinar si el material es o no significativo» para la investigación ni cuánto tiempo llevará determinar su impacto en la misma.
No obstante, se desconoce aún a qué correos electrónicos se refiere en su nota, y en qué caso han sido hallados.
La reapertura de la investigación llega a penas semana y media de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre, en las que la también exprimera dama se enfrenta al magnate republicano Donald Trump, y quien no ha dudado en sacar a colación el asunto en el primer acto electoral que celebró tras conocerse la noticia.
«Es un gran anuncio. Quizá finalmente se haga justicia», afirmó Trump en un mitin de campaña en Manchester (Nuevo Hampshire), entre los gritos ya habituales entre sus seguidores de «enciérrala».
El aspirante republicano se mostró «orgulloso» de que FBI tenga la «valentía» de reabrir la investigación, e insistió en que es importante evitar que Clinton «lleve su trama criminal a la Casa Blanca».
«La decisión del FBI de reabrir la investigación criminal sobre el servidor secreto de correo electrónico de Hillary Clinton justo once días antes de las elecciones demuestra cuán grave debe ser este descubrimiento», aseguró el presidente del Comité Nacional Republicano (secretariado del partido), Reince Priebus.
Mientras tanto, la propia candidata demócrata no abordó el tema en su primera aparición electoral del día en Iowa.
El pasado mes de julio, Clinton fue sometida a un interrogatorio de más de tres horas en el cuartel general del FBI sobre este asunto, y días más tarde el Departamento de Justicia decidió cerrar el caso por recomendación de la oficina de investigaciones, quien no encontró indicios para presentar cargos en su contra.
No obstante, en aquella ocasión, Comey indicó que la ex secretaria de Estado había actuado de manera «extremadamente descuidada» con el manejo de la información al frente de la diplomacia estadounidense.
La polémica por los correos electrónicos se desató a comienzos de 2015, cuando los medios estadounidenses revelaron que, durante sus cuatro años en el Departamento de Estado, Clinton usó en todo momento una cuenta personal para sus comunicaciones, con un servidor privado.
La ex primera dama reconoció entonces que habría sido «más inteligente» usar una cuenta oficial y entregó 55.000 páginas de correos de esa etapa al Departamento de Estado para su publicación, pero el caso generó interrogantes sobre si trató indebidamente información clasificada del Gobierno al usar su cuenta personal.
El Departamento de Estado identificó alrededor de 2.100 correos electrónicos del servidor de Clinton con información confidencial, aunque ha asegurado que muchos de ellos no se consideraron clasificados en el momento de su envío, sino que han sido etiquetados como tal durante la revisión actual de los emails